Regatas de La Concha 2007. En vísperas del día decisivo de las regatas de La Concha quiero recordar con imágenes la edición del 2007 en la que Orio ganó su 31 Bandera. Hizo un día precioso, el sol calentó de lo lindo. A primera hora de la mañana, el puerto se encontraba repleto de gente con los colores de su trainera. Fui testigo del calentamiento de varias traineras. Una hora antes del comienzo de las regatas cada traibera empezó su ritual: calentamiento en tierra, barco al agua, primeras paladas y antes de salir del puerto el clamor de las aficiones.
Cuando estuvieron las traineras en el agua me dirigí al Paseo Nuevo a captar el ambiente. Para el que no haya estado nunca un consejo: hay que verlo si o si al menos una vez en la vida. Cada uno elige el mejor sitio. Unos van a la isla, otros al Paseo Nuevo. Algunos se quedan por el Aquarium y hay quien prefiere una vista mas panorámica desde Urgull. Por supuesto que no podemos olvidar a los que las ven desde el agua en sus barcos o canoas. El ambiento es tenso pero sobretodo crece el griterío y los ánimos en cuanto las traineras hacen el largo de vuelta. Una vez terminada la primera tanda, empieza la de honor. Los gestos son mas duros. Se nota la tensión. Los aficionados escuchan la radio, escriben los tiempos de paso en pequeñas libretas y todo se encomienda a la txampa final. En cuanto las traineras enfilan la bahía el griterio se hace ensordecedor. En unos minutos el esfuerzo de veinte minutos de estos remeros habrá terminado. Una vez cruzada la línea de llegada se derrumban sobre las tostas. Los ganadores, aún cansados exhiben una sonrisa, los otros miran pero no ven. El siguiente paso es recoger la bandera y arrimarse a la rampla del puerto. Aquí el ambiente es increible. Cada afición, con su colorido, recibe a su trainera entre aplauso y consignas. Queda recibir a los ganadores que llegan con la Bandera enarbolada en la popa. Suben los remos y se desata la histeria colectiva. En 2007 el puerto se hizo amarillo. El color de Orio, que ganó su 31 bandera. Les quedaba un día largo. A ultima hora el recibimiento en la plaza de Orio con todo el pueblo de amarillo a los pies de los remeros agitando la bandera…y la fiesta siguió…
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